Guía para una vida plena, según Antonio Martorell.
Antonio Martorell es uno de los artistas más polifacéticos y controvertidos de Puerto Rico. Su carrera se extiende por más de 6 décadas y recorre básicamente todos los medios de artes plásticas.
Durante el verano, visitamos con Trailer Park Proyects varios estudios de artistas que residen en Ponce y el día comenzaba en el taller/museo de Martorell. El mundo del arte en Puerto Rico vive en un perpetuo love/hate con él y creemos que es por la envidia tropical que les causa su ritmo incesante y versatilidad interminable como artista. A sus 84 todavía no ha decidido parar. En Art Papi somos fans de Martorell por eso mismo, por lo bestia que es.
Aquí algunas de las joyas que el artista nos contó durante el recorrido. Imposible no documentarlas.
1. Soy un gozador profesional. Esa es mi verdadera profesión.
2. Se me ha caído el pelo, no por burro, sino porque uso demasiado la cabeza.
3. Soy lo que decían antes, “un muchacho inquieto”. Mi problema es descansar y apagar el cerebro. Yo estoy siempre delirando.
4. Es importante ver las dos caras de un asunto. La realidad no es sencilla, es compleja.
5. Todo puede ser una inspiración - desde una desgracia como cuando se quemó mi taller, la manera que un árbol proyecta su sombra cambiante sobre una pared, como un lagartijo brinca de una hoja a otra. La inspiración puede ser el Huracán María y Fiona, como puede ser hasta el asesinato de una de mis modelos.
6. No me quejo. Tengo 84 años y me siento muy bien. Como todos los días, duermo en casa y duermo bien, hago siesta.
7. El tiempo pasa rápido.
8. Me resisto a la desgracia. No soy muy amigo del dolor. Soy fanático de la alegría, la felicidad y la risa. Me río hasta de mi sombra y trato de transformar enseguida una desgracia en gracia, quitándole esa primera sílaba.
9. La memoria embellece y se deshilacha. El olvido tiene una fuerza extraordinaria.
10. Hay gente que nace con buena estrella y hay gente que nace estrellá. Yo tuve suerte.
11. La situación política de Puerto Rico ha sido la fuente principal de inspiración de nuestros artistas desde siempre. Ahí tenemos resuelto el temario.
12. Cuando regresé a Puerto Rico, me sentía desterrado porque después de estar en grandes metrópolis y llegar a esta islita donde nada sucedía y todo llegaba tarde, me sentía tan desgraciado. Hasta que agarré el swing y me di cuenta que este era el país ideal para yo nacer. Porque es un país donde todo se está "haciéndose", "esperando por". Este es el país del eterno amanecer, porque es un país de sol poniente y de sol naciente. Este es el país donde todo está amaneciendo y comenzando con el país que ni país es. O sea, todo está haciéndose y uno tiene como artista y como ciudadano el enorme privilegio de contribuir, de ser parte de eso. Es un reto y no es fácil.
13. En este país todo está sucediendo y nada sucede. Ese es el caldo de cultivo ideal para un artista como yo, porque hay artistas que se encierran en sí mismos y eso está perfectamente bien porque lo que importa es el producto estético. No hay que ser dogmático. La cosa es que usted sea bueno, no importa de donde venga ni para dónde va.
14. A mi me gusta jugar.
15. Soy hijo de costurera y nieto de carpintero. De ahí mi pasión por la superficie de madera y los textiles.
16. Un artista vive de su memoria - la inmediata y la remota. Yo capitalizo eso un montón.
17. A mí nunca me falta un tema, porque entre lo que sueño, lo que revivo, lo que me infligen, lo que me gusta y me disgusta podría vivir mil años y todavía no me agotaba.
18. Hay compañeros de trabajo y artistas que me dicen “¿cómo puedes trabajar con algo que tiene tanta cosa? Eso me bloquea.” A mi no, yo lo que hago es conversar con eso. Eso me da la mitad del trabajo y me provoca a imaginar.
19. Toda obra de arte - literaria, plástica, cinematográfica, musical, lo que sea es asomarse a la sabiduría del otro para buscarse uno y crecer. Uno se asoma y ve su imagen reflejada, pero agrandada, embellecida por el conocimiento del otro. No somos nada sin el crecimiento que nos dan los demás. Es tan fácil decirlo y no se dice lo suficiente.
20. Generalmente trabajo una o dos piezas de arte plástico a la vez. Ahora mismo estoy trabajando en piezas grandes y a la misma vez estoy diseñando un libro con caligrafía. Entonces trabajo así; un rato en gran formato, me voy y hago el libro. Pero, además, alterno involuntariamente porque tengo un programa de radio, uno de televisión y hago teatro. También, doy charlas y talleres.
21. Al principio, hubiera preferido siempre concentrarme en el cuerpo de una sola cosa. Me he percatado que el desplazarme me ayuda porque primero adquiero objetividad cuando vuelvo a cualquiera de esos trabajos. Al cambiar de medios - de la literatura al teatro, a la radiodifusión y el cine, lo que aprendo en un medio, lo puedo aplicar en el otro y eso me da una agilidad que no tendría al estar enfocado [en una sola cosa] y me da, sobre todo, libertad crítica cuando regreso a un trabajo. Puedo decir, “Ah, pero si esto es lo que me faltaba, ¿cómo no se me ocurrió antes?”
22. ¿Por qué los artistas hacemos tanto autorretratos? Somos el modelo más fácil que tenemos. El más cercano. No se mueve. No hay que pagarle.
23. Soy mi principal coleccionista. Creo que gran parte de los artistas del país son principalísimos coleccionistas y gran parte de lo mejor que hacemos no se vende nunca, porque a veces lo mejor es difícil - no de entender, sino de convivir con eso. Y realmente, la mayor parte de la gente que compra arte, con toda razón, quieren tener obras de arte, con las cuales ellos se pueden sentir cómodos y convivir. Los coleccionistas no quieren arte que los atormente ni les reclame lo que no quieren o no saben o no quieren ver. Así es que además de que hay obras son más difíciles formalmente, su confección es más compleja. Hay que tener cierta educación visual.
24. Trabajo todos los días. Cuando vendo algo, tengo lo suficiente para pagar mi vicio, que es comer bien, vivir bien y tener un buen ambiente de trabajo. ¿Qué más puede uno hacer?
25. Creo que una de las razones por las cuales soy artista, es que si no pusiera el delirio a funcionar de un modo estético y comunicativo estaría en el hospital, el manicomio, la cárcel o la tumba.